ANTONIO PEDRO 1949Registrado: 13-04-2010
(Ver)
(Ver)
Puntuacion Mensaje
Puntos:0
RE: No me publican mi escrito Mi fiel compañero Quimbo
Paisanos: hoy estoy triste y compungido y toda la noche sin dormir solo me reconforta el accionar con mis dedos estas teclas y ponerme a escribir contando y dando rienda suelta a mis sentimientos y conseguir con ello aliviar el profundo dolor que me aflige en estos momentos.
Ayer 22/05/2010 sábado y a las doce de la noche lleve a mi perro Quimbo enfermo y renqueante y orinando sangre en fase terminal a la Calle Beatriz de Suabia 30 Donde se encontraba un Veterinario de urgencia.
Después de filmar dos papeles,a su ayudante como requisito indispensable uno para anular el chip y el otro ya se sabe.
lo puse tumbado encima de una mesa de acero inoxidable donde el Señor facultativo le administraba un sedante y lo dormía para siempre.
No se quejo no le dolio el pinchazo de aguja gorda y no hizo muestra de desagrado. Creo que parecia que ya sabia que era el final. Estaba muy malito.
Mi perro me acompaño durante 15 años menos 7 meses. Lo colme de cuidados lo alimente, cure sus heridas le di calor cariño y lo llene de caricias.
No he visto un ser en este mundo más agradecido que mi perro.
Recuerdo haberle dado algún latigazo con la correa que le unía al mosquetón de su collar. Tendría unos dos escasos años; Y fue porque se puso muy tozudo y no entraba en razones a la hora de adiestrarlo. Me dolió bastante lo que hice y llegue a pensar que me había tocado un animal agresivo e imposible de tener y que era así de nacimiento e incluso no iba poder hacer carrera de él. Y creí que me había quedado sin perro.
Pero cuál fue mi sorpresa que no había pasado ni 10 segundos y ya estaba junto a mi pierna izda. Refregando su cabecita pordioseándome una caricia.
Aquel gesto me hizo pensar: Si aquella paliza se la hubiese dado a un amigo. ¿Hubiera conservado el amigo?. Permitirme el beneplacito de la duda.
Todo el amor que le daba me lo devolvía multiplicado.
Creo y estoy convencido que no hay perros malos sino dueños malignos.
Hoy que esta tan reciente su ausencia.Lo echo mucho de menos.
Me pongo a pensar; Y permitirme que haga comparación con los seres humanos racionales, Lo contrario que los animales, que son irracionales.¿ habrá un ser más noble obediente cariñoso y fiel que mi perro? . Permitirme el beneplacito de la duda.
Solo le faltaba hablar, y para sonreírme lo hacía mirándome a los ojos y moviéndome su rabito.
Si en varias ocasiones tubo fiebre. Acudía a mi lado y no se separaba de mi vera.
Siempre quería estar junto a mí.Y si alguna vez traté de despistarme gastándole una broma; Bordeando una esquina. Se volvía loco buscándome sin consuelo con el hociquito hacia arriba tratando de conseguir a través de sus largos nervios olfativos el olor que le asociaba a su amo.
Recuerdo con gran lucidez cuando entró en mi casa por primera vez. Solo tenía 15 días y lo traje en el bolsillo de mi americana desde un pueblo cercano a Sevilla llamado Mairena del Aljarafe. Fui rápidamente hacia allí porque mi buen amigo Manuel Esquinando Rincón, me había prometido un perrito cuando pariera su perra Expo.
Me dijo en último extremo:! Antonio Pedro ¡ ¡Ven inmediatamente y escoge tu perro de los 8 que hay¡ porque están cargándose a mi perra, con tantos arañazos ensangrentados que le dan en las ubres. Y yo no quiero quedarme sin mi perra. Así que estoy dando un ultimato. Diciéndole a todo el que le prometí un perro, que vengan a por él. Porque no espero más.
Al llegar al cajón le dije a la hija mayor de mi amigo Manuel. Vengo a por un perro y ella metía y sacaba la mano con toda la tranquilidad y sin gruñir la Expo ni dar muestra de desagrado. Yo quise hacer lo mismo y tampoco extraño mi mano.
Hubo uno que era atigrado otro con manchas color canela otro con machas blancas y uno prácticamente blanco con machas de color hígado en la cabeza y oreja y con una curiosa y llamativa mancha en la espalda en forma de un corazón y de color hígado.
Cuando intentaba coger al atigrado: gruñía, y si lo intentaba con otro gemía queriendo ladrar para llamar la atención de su madre. Y por fin cojo el de color blanco y al sujetarlo entre mis mano empezó a lamerme los dedos pulgar e indice y no dar ninguna muestra de desagrado. Pensé para mis adentros!Este es mi perro¡.
Le dije a la hija de mi amigo: ¡ me llevo éste¡.
Y ella respondió ¡ái¡: El blanqui te vas a llevar.
¡Si¡ ¿ porque hay algún problema¿
!No ninguno¡.
Solo te pido que lo cuides muy bien.
No te preocupes.Cuando yo he dado este paso de tanta responsabilidad. Es porque ya lo he reflexionado mucho. Y te prometo que sabré educarlo y cuidarlo y lo colmare de atenciones todos los días de su vida.
El diminuto animal no veia todabia y sus ojos eran totalmente azules y sin cornea ni cristalino. Se guiaba solamente por el olfato.
Fui a comprarle una lata de leche materna en polvo de la marca Royal Canin y un biberon y me dispuse a ser su madre adoptiva.
Rechazaba la tetilla del bibe y no ingeria alimento. Esta situacion me preocupo.
Pero un compañero que observo la escena Mi amigo que en paz descanse Manuel Gutierrez Montesino me dijo: Antonio echale la leche calentita en un plato y metele el hoziquito. Asin lo hize y fue un acierto. Empezo a beber y lamer el alimento como si fuera un gato; Poniendose como una pelotita de redondo
El perrito tubo esa reacción cariñosa con migo cuando lo escogí del cajon. Porque según me dijo mi amigo Esquinardo; Era el que más cogían y manoseaban y acariciaban y le piropeaban las dos hijas y sus dos hijos.
Hay quien le llama a esto suerte y yo sigo creyendo que es algo más. Permitirme el beneplacito de la duda.
No me equivoque en la elección. Fue un perro noble equilibrado y obediente.
Y eso lo saben muy bien mis compañeros del Coto El Frenazo de La vecina localidad de Puebla del Rio Sevilla. Donde todos pudieron contemplar las excelentes cualidades venatorias de mi perro Quimbo. Con aquellas larguísimas paradas que hacía a los conejos y a las perdices. No dejando ningún ave o animal muerto o herido en el campo y trayéndomelo con sumo cuidado a mis manos muy contento y moviéndome su rabito.
Me hizo mucha compañía mientras vivió.
A lo largo de sus quince años de existencia; nunca me separe de él. Hasta el último segundo en que se durmió para siempre.
La verdad creí que esto de tener un perro era una cosa más fácil, Pero si estas decidida o decidido por uno de ello. Por favor: piensatelo antes varias veces.
Debes de ser una persona muy responsable, para dedicarle por lo menos una hora diaria sin fallar ni un solo día.
Y hacerle caso a rajatabla a todos los Bando Municipales que estén en vigor y ponerles todas la vacunas que exigen los Veterinarios. Así como de recoger los excrementos de tu perro y llevarlo siempre atado.
Si vives en un 5ºpiso como yo. La cosa se complica el doble.
En definitiva. Que me parecía que era fácil tener un perro. Pero no lo es. Aunque estoy muy contento de haber tenido en mi vida esta experiencia que con cordura no me dejaron tener mis padres cuando chico.
Perdonarme que os haya hecho participe de mi dolor, pero me ha servido de alivio el podéroslo contar. Descanse en paz mi mejor amigo Quimbo.
ANTONIO PEDRO: La lealtad que tiene el perro a su amo,; no la supera nunca los humanos.
( Un saludo) de Don pedro Junior ( CONTINUARA el Libro o guion del Corto metraje)
No hay comentarios:
Publicar un comentario