jueves, 2 de septiembre de 2010

CAPITULO 39º EL DIA DEL DISCURSO DEL MINISTRO FRAGA

CAPITULO 39º EL DIA DEL DISCURSO DEL MINISTRO FRAGA
Del libro: AUTOBIOGRAFIA DE UN NIÑO DE JABUGO EN 1950.
Un día se presento en el pueblo un ministro de Franco. Que al parecer debió de tratarse del señor Fraga Iribarne.
Recuerdo ver al señor ministro en el balcón largo del centro del Casino Central.
El hombre dijo sus buenas y largas parrafadas a todo el pueblo que atentamente estaba concentrado en el paseo escuchándole.
Creo que debió de mencionar y felicitar a los buenos artesanos profesionales que fabricaban esos maravillosos y exquisitos perniles de la afamada fabrica de Sánchez Romero Carbajal.
Allí en aquel improvisado púlpito hizo el hombre gala de sus dotes oratoria y de su largo discurso político.
Al final todos aplaudimos y vitoreamos al señor Ministro y a Franco y ¡Viva España¡
Si hay algún valiente y generoso que discrepe al leerme y quisiera intervenir; corrigiéndome u opinando; diciendo que no se trataba de este Señor Ministro de exteriores. Sino de un Gobernador Civil o de otro personaje político. Que lo diga por favor y si no. ¡Qué calle para siempre¡.
Con esta información de Fraga; tengo mis dudas porque no he podido contrastar ni comprobar nada. En definitiva no estoy seguro de ella.
De esta forma haciendo este llamamiento. Lo que pretendo es corroborar la veracidad que ustedes me confirméis. Lo que vi cuando niño en mi pueblo un día en el paseo; frente al ayuntamiento de hace más de cincuenta años.
Un espectáculo como este también lo vi o se repitió con mis doce años cumpliditos. Pero esta vez fue cuando ya mi familia estaba establecida en la gran metrópoli de Sevilla.
Yo me encontraba esperando el gran espectáculo de ver al Generalísimos de los Ejércitos; en la gran avenida que va desde Los salesianos de la Santísima Trinidad hasta el caballo o estatua del Cid Campeador: Don Rodrigo Díaz de Vivar. Que está enfrente de la Universidad de Sevilla. Casi en la puerta de la Plaza España y el mismo parque de María Luisa o parque de Los Mompansier.
Concretamente estaba situado en primera fila enfrente de la clínica del Doctor Recasens en la acera de los jardines de Murillo.
Por aquella gran avenida tenía que pasar el Gran Jefe o Generalísimo Franco para inaugurar el puente que llevaría su nombre mientras vivió. Porque después el puente cambio de nombre como todo lo que huele a Franquismo y totalitarismo o autarquía o directorio o represión dictatorial.
Actualmente recibe de un plumazo una orden y automáticamente se le cambia el rotulo llamándose Puente de Virgen de Lujan.
Cuando me encontraba esperando al Generalísimos. Yo creía que toda Sevilla lo esperaba con alegría y reconocimiento y que todo el mundo estaba con él.
Pero pasado el tiempo me di cuenta que todo era una falsa. Como toda la hipocresía que había visto y vivido hasta entonces.
Todos absolutamente todos le levantábamos el brazo y le vitoreáramos cuando pasaba por aquella gran avenida llamada Menéndez y Pelayo.
Todo era mentira y lo que realmente deseaban la gente no era a ese hombre ni el tinglado que tenía montado; sino todo lo contrario.
Con los ojos y la compresión de un niño de doce años; no podía comprender nada. Solo que venía un gran Señor y que era el Jefe de todos los Españoles. Y que se hacia lo que el mandaba y punto.
Ahora después de pasados los años y retrotrayéndome a la vez a aquel momento. No hago más que preguntarme ¿Dónde estaban los comunistas los anarquistas los socialistas los republicanos los tronquista los leninistas los demócratas progresistas o los de Pablo Iglesias (socialistas) y los no conservadores etc. ? . Seguro que estaban junto a mí; a mi lado derecho o izquierdo o detrás mía o dos filas más atrás de mí; levantando el brazo y vitoreándole cuando pasaba con su Roll Royce descapotable de color negro brillante y en pie y con su brazo derecho en alto.
Fueron pasando los años y me fui dando cuenta que los que verdaderamente no querían aquella falsa estaban en Suiza en Alemania en Bélgica en Francia. Y que venían periódicamente a su tierra de vacaciones trayendo un cochecito utilitario llamado Escarabajo de la casa Wolswagen o un Renaul Gordini y una vez en sus pueblos o en sus ciudades o en sus puntos de partida. Contaban como les iba por aquellas tierras de emigración y se podía escuchar cosas como estas:
Aquello es otra cosa distinta a la que se vive aquí.
Aquello no tiene ni punto de comparación con esto.
Aquello es un paraíso para el trabajador que quiere trabajar.
Allí el trabajador tiene sus derechos reconocidos.
Allí todo el mundo tiene trabajo.
Allí hay tolerancia en el trato con el jefe de taller.
Allí no te están atosigando ni persiguiendo ni sientes el azote de que te vigilen.
Allí tú cumples con tu trabajo o cometido asignado y nadie se mete contigo. Al contrario te incentivan si lo haces bien.
Allí no hay tirano con el látigo. Porque se han dado cuenta que si los hubieran. Cuando el tirano se diera la vuelta harían lo contrario de lo que les obligan hacer y por lo tanto no hay tirano.
Allí por no tener tiranos; trabajamos más y mejor. Y ponemos toda nuestra fe y empeño en la empresa.
Allí si queremos trabajar más. Nos dan horas extraordinarias. Pagadas a mejor precio.
El marco alemán vale más de 40 pesetas; y allí nos pagan el salario en marcos.
Y nos lo traemos para España y lo invertimos en comprar licencia para un Taxi o comprar un local comercial o una parcela o una nave industrial o un pisito en la playa o un apartamento etc.
Allí el trabajador cuenta con un sindicato de los trabajadores que vigilan por los derechos del trabajador.
Allí hay muchas fábricas echando humo y muchos puestos de trabajo para el que quiera trabajar. Se hacen televisores de varias marcas Telefunken etc. Maquinas de escribir. Maquinas de coser, Coches de la marca Opel o Mercedes o WolWagen. Frigoríficos Siemens y otros muchos más electrodomésticos. En suiza se fabrican los vagones y maquinarias de los trenes. Y un sinfín de cosas más.
Además todos los trabajadores tienen hecho un convenio de trabajo con el patrón de su empresa y hay un comité de vigilancia; que son los encargados de que ese convenio se cumpla.
Una persona muy querida por mí. En uno de sus viajes que vino de Alemania me contó; que su hijo David había encontrado unas gafas en un banco de un pequeño parquecito de barrio. Uno de esos parques que se encuentran por todo Estucar o Frankfurt. Y la criatura se dirigió a su padre diciéndole: ¡Papa¡. Mira lo que hay allí en ese banco. Y su padre vio que se trataba de unas gafas de patillas doradas y de lentes graduadas.
La intención más inmediata que tubo fue las de llevarse las gafas a un lugar que él creía lo más prudente. Era una casetilla donde estaba un municipal. Que custodiaba el parque.
Cuál sería la sorpresa. Que él municipal le dijo!: Mal hecho¡ Ahora es cuando el dueño ha perdido sus gafas. Si usted o su hijo la hubieran dejado donde estaba. El dueño; que posiblemente lee el periódico en ese mismo asiento. Hubiera vuelto al mismo lugar y se las encontraría allí.
Pero actuando usted así; posiblemente creerá que las ha perdido o lo que es peor que se la hayan robado.
Estas cosas que yo fui oyendo hicieron que la España de gris y negro se fuera transformando en otra España distinta; con su original y peculiar y genuina democracia que es la que disfrutamos hoy en día todos los Españoles. Y ¡Ahojala¡ dure muchísimos años.
FIN DEL CAPITULO 39º EL DIA DEL DISCURSO DEL MINISTRO FRAGA
Del libro: AUTOBIOGRAFIA DE UN NIÑO DE JABUGO EN 1950.
Un saludo de DON PEDRO JUNIOR (CONTINUARA)

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